lunes, 28 de abril de 2014

Nos

Amor ¿No será un sueño lo que nos pasa? ¿No jugarán los dioses con nosotros? ¿No buscarán llevarnos ciegos a la guerra? ¿Se reirán cuando los invocamos? ¿Llorarán por Héctor y por los desconocidos que dejaron su vida en la isla? ¿Alguna vez te has detenido un momento a pensar, o es tu mente un páramo? Dime ¿Qué sentiste al luchar contra el cíclope o al pedir que te ataran al mástil y taparan con cera tus oídos, para no escuchar el canto de las sirenas? Yo pienso que ahora, son otros cantos los que te embelesan. Sabrás entonces Ulises, el porqué mis brazos te rechazan, mi boca dispara flechas y ato mi cabello para que ni allí encuentres paz o despiertes pasión alguna. Ahora lo sabes, iza las velas del barco, navega éste mar, arriésgate y verás.


jueves, 10 de abril de 2014

El acabose

La casa había quedado vacía, en lugar de los muebles había bolsas de cemento y pegamento para cerámicos. El polvillo sobre el piso era una alfombra. Un torbellino de imágenes me invadía las veinticuatro horas, para bien y para mal tu dulzura, tu indiferencia y tus miedos llenaban los casilleros del almanaque. Agregando, claro está, mi incapacidad para resolver los problemas, el no poder comprenderte, desde lo más pequeño hasta lo más complejo. La insoportable intermitencia de mi parte, terminó irritándote. Una gama de colores teníamos en la paleta, pero nunca supimos utilizarlos. Intentar mirar el sol a través de una persiana es inútil siempre, fuimos ilusos creyentes en dioses de papel, terminamos con la cara sobre el barro. Ahora somos menos que un espíritu, de lo que fuimos hoy quedan escombros, arena, piedras y el marco de una puerta.

martes, 8 de abril de 2014

Al día 2...

Había despertado, y me parecía escuchar tus pasos, tu risa, una sombra tuya se perdía tras el zaguán del alma; yo dejé de creer en la poesía, en todo lo que ella me generaba cuando bailaba sobre aquel espacio en blanco, creí que todo era un simulacro. Sigo con la espalda apoyada en la pared, fumando un enésimo cigarrillo que ya ni sabor tiene, miro el techo, las fotos, los recortes de los diarios, las ventanas que abrías y ahora de vos retienen las huellas de tus dedos.

sábado, 5 de abril de 2014

El brillo opaco

Nunca he podido precisar si eran tus ojos, o eras toda vos la que me cautivabas. De a ratos me hundía en el recuerdo de las horas compartidas, donde una risa y un silencio eran el universo para nosotros: los recluidos bajo la sombra de un paraíso, tomando mate, contando las hormigas, escuchando a los vecinos corear una guaracha : "campesiiina" decían.A vos te gustaba, cada tanto me enseñabas unos pasos, y mi torpeza hacía que te pise los pies. Aguantaste todo eso, hasta que un día levantaste la cartera del perchero, me miraste con una mezcla de tristeza y bronca. Creo que derramaste una lágrima, respiraste para darte valor y abriendo la puerta caminabas hacia la calle mientras la luz del sol me dejaba ciego.

miércoles, 2 de abril de 2014

32 años de Malvinas


Hoy a 32 años de la Guerra de Malvinas, cuando se conmemora el día del Veterano de Guerra y los caídos, hoy quiero dirigirme a vos, para que leas éstas líneas que son un homenaje para vos y todos los hermanos que dejaron el cuerpo y el alma por la causa allá en las islas.
Mis palabras para vos, que has vuelto o que te has quedado custodiando lo que es nuestro.
¡Un muy fuerte abrazo para todos los valientes!

¡VIVAN LAS ISLAS MALVINAS!

martes, 1 de abril de 2014

Presencia

La sensibilidad de Nora era la de una lija, pasaba el día malhumorada, entregada a su destino de hija soltera. Su día comenzaba al abrir el quiosco que estaba frente a la escuela, allí el vaivén de niños y de maestras eran parte de su rutina. Cuando no había nadie, ella pasaba sus dedos por el vidrio del mostrador, o se entretenía escuchando la radio para ahuyentar los fantasmas que la visitaban con gritos, con los azotes de un cinto de cuero en la mano, a plena mañana y bajo el techo de chapa donde el Tata acomodaba sus cachivaches. Ejércitos de pesadillas la sitiaban, la derrotaban y ella se levantaba en medio de toda esa mugre con una amargura en la boca, era en la conciencia menos que el polvo bajo sus pies. Intentaba calmarse tomando agua, acomodándose el pelo, pero una y mil veces el monstruo regresaba más fuerte que la vez anterior. Nora respiraba agitada, veía cucarachas por las paredes y el piso, la nariz se le llenaba de un olor nauseabundo, su mirada buscaba un refugio cuando desde lo profundo de su ser gritaba: ¡Soltame! ¡Soltame basura!.