martes, 22 de enero de 2013

El parque de almas solitarias

Piel arena,
desliz de largas piernas se desplazan.
Parque de solitarios, refugio de sombras
Empedrado, árboles, cemento,
vengo otra vez a sentarme en el rojo
banco, desposeerme, confesarme
ante un jurado de arboledas,
desafiantes.
Voces diáfanas, patos en el
lago, agonizantes borrachos, ¿qué será de ellos
al terminar estas imperfectas horas?
Vivir es prostituirse cada día un poco
correr telones de ilusiones, desenterrar
sótanos de bagajes.
Cuando me siento derrotado miro el cielo
y me entrego a la inmensidad.
Si me hago aliado de una estrella,
ya nada podrá vencerme, nada podrá vencerme.



* El poema aquí publicado, pertenece a Matias Moya.Poeta tucumano nacido en 1970.
El poema está incluido en su primer libro "Mi limbo triste".

2 comentarios:

María dijo...

Estoy absolutamente convencida que los dos últimos renglones son ciertos ... como la verdad
Abrazos escriba.

mauricio gonzález faila dijo...

¡Gracias María!
Un beso enooorme.