-Todo sea por mis hijos, ellos saben que todo
es por ellos- se miente en un mantra obtuso.
Recorre el camino como autómata, ingresa al
monte y sin titubeos lo atraviesa con las manos juntas, ahuecadas en un nido
escabroso, protegiendo el órgano extraído con saña de puro ansiosa, de puro
sádica nomás.
Llega, prende las velas, se saca el vestido de
mangas rojas mientras gira sobre si misma.
La ofrenda está colocada en una copa de
cristal y por ratos la mira saboreando de antemano el sabor metálico que sabe
que tiene, la energía contenida que intuye sabrosa.
El viento del sur surge como cada noche que
hizo su ceremonia privada. Mientras recita la oración pagana, la mano se afana
en jugar a ser serpiente en su entrepierna.
Levanta el regalo, lo eleva a la noche sin
dejar de bailar, lo ofrece a la tierra sin dejar de cantar.
-Yo no te había pedido más- le grita un viejo
sentado en la rama de un árbol.
La mujer se detiene abruptamente, con la
mandíbula tensa en un bocado gigante, las pupilas dilatadas y el cuerpo desnudo
profanando el aire con el olor a muerte.
El viejo salta y cae hundiéndose en el suelo
hasta la cintura.
-Tus juegos de ofrendas son para satisfacer
tus ansias de sangre, ¡yo no tengo nada que ver en este asunto! no me invoques-
le anuncia acariciando la tierra.
La mira un momento, sonriente, el círculo
tiembla y la mitad inferior del cuerpo reaparece convertida en serpiente.
-Tanto daño, tanta saña debe tener tu carne
bien adobada-explica babeándose.
Ella sigue estática, con el pedazo del músculo
muerto a medio comer colgándole de la mandíbula en un tic tac profético.
El viejo se acerca reptando y la huele. Le
lame los labios. Saborea los hombros salados.
-Tantas veces solicitaste mi presencia que
tuve que dejar todos mis quehaceres para venir a verte, no me iré sin cenar- le
anticipa, es entonces cuando el viejo abre la boca demencialmente,
distorsionando su naturaleza.
Por ratos es hombre, bestia, diablo y rabia.
Conjura al infierno con sólo su sombra, le
crujen las tripas a Dios al saberlo hambriento pero silba bajito mientras mira
hacia otro lado, lo que no se ve no existe.
Ella en un acto solemne le toma del cuello y
lo parte en dos.
Si el corazón de un mortal la fortalece, éste
la convertirá en un dios.
Regresa satisfecha, escarbándose los dientes,
con un palito de limón.
Biografía
Diana Beláustegui nace un febrero del 74, en
medio de las inundaciones. Cuando el río amagó con llevarse a la familia con
casa y todo, descubrió a la niña que recién se aventaba al mundo, y con la cola
entre las patas volvió a su cauce. Dicen las malas lenguas que fue un mal
augurio.
Diana creció y se convirtió en lectora
compulsiva, una tarde comenzó a escribir y no paró. Tiene algunos premios y
menciones en narrativa.
Nunca pudo nadar en el río, cuando se acerca
se produce el alejamiento de las aguas. Las lenguas sabias todavía hablan de un
mal augurio.
16 comentarios:
Dios nos proteje con un inmenso dedo de humo
Dejemos lo que aún no estamos preparados para ver
Divino de la muerte escriba
Besos todo-terreno.
¡Gracias Maria! Un beso enorme compañera de letras.
Diana nos sorprende una vez más con otro de sus escalofriantes relatos.
Esos pactos y sacrificios suyos siempre nos dejan un gustito amargo pero deliciosamente diabólico.
Un placer visitarte y reconocer siempre su prosa y creatividad es un lujo para mí.
Un abrazo a los dos.
Diana ha logrado introducirme en este mundo del horror y del espanto, al qu e ni siquiera hubiera querido asomarme, lo ha logrado ampliamente porque tiene la virtud de hacerlo con excelencia.
Diana es una gran escritora que sabe mantener la tensión hasta el último momento.
Este tipo de relatos me fascinan¡¡Bravo por Diana!!
Todo un placer.
Besos.
Como siempre, el terror es lo que domina Escarcha.
Saludos y felicidades a los dos.
Diana Belaústegui es una mujer talentosa y apasionada, que con sus relatos logra que cada lector se sienta parte de la historia y camine entre las tinieblas con pie firme.
Amiga, te felicito y ya sabés todo lo que te admiro y quiero.
Besos embrujados!
Gracias Bee Borjas, publicar a Diana ha sido un placer.
Tal cual dices Malquerida.
¡Saludos!
De acuerdo totalmente Morgana.
¡Saludos!
Diana tiene esa virtud enorme.Saludos Peregrino.
Mil gracias por disfrutar Zarzamora.
¡Saludos!
La calidad literaria de Diana puede saborearse en esta pieza que, en buena forma, condensa la matriz de rasgos propios de su registro.
Esta pieza destaca, entre otros factores, por el rigor en la selección del plano semántico, por la acertada focalización, por su excelente fuelle argumental y su impecable manejo del pulso narrativo.
Daja en el lector, una sensación perturbadora.
Un saludo,
Pactos y sacrificios por un menester... todo sea por sus hijos.
Miedo da leer tus letras y perderse una coma, eso si que seria un sacrilegio.
Inmensa en el placer de las entregas que encojen el cuerpo, que nos hacen temblar de miedo.
Brillante.
Mis felicitaciones.
Besitos mediterráneos.
¡Gracias Gala!
Un gusto disfrutar de las letras de Diana.
Diana es un genia Pedro.
Saludos.
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