viernes, 17 de julio de 2009

Prácticas funerarias

Al acostarse en su cama no se desarma repartiendo sus extremidades aqui o allá.Su modo es mas ceremonial, primero cierra las persianas, abre los vidrios, deja caer las cortinas, apaga la luz del dormitorio y se acuesta.

Estira sus piernas en línea recta, los brazos a los costados, bosteza y vuelve a juntar sus brazos, abre los dedos de la mano derecha permitiendo la entrada de los de la izquierda.Se apoya ambas manos sobre el pecho.Como un muerto, piensa para sí mientras mira su habitación y los rayos de sol que atraviesan las persianas; la soledad de una bóveda tal vez, coquetea con la idea de la muerte:

La piensa como el comienzo de la eternidad o como el fin de un ciclo biológico cualquiera, puede que sea la sombra que lo sigue y le asesta un golpe certero.Piensa en otras cosas tambien, mira su reloj, lo vence el cansancio, de pronto se sobresalta y siente flechas que se le clavan por doquier, abre los ojos, se agita su respiración, abre su boca, se le cierra y duerme el buen sueño.

2 comentarios:

escarcha dijo...

si tenemos tantos rituales obsoletos para encasillar perfectamente dentro de la sociedad... porque no tener uno que nos prepare para la salida de ella???? EXCELENTE! con la relectura tiene un saborcillo extraño, como a morbo! coquetea con la muerte!!!!!!!
Me ha gustado mucho el giro del final, ese especie de sobresalto que le da cuando está quedando dormido, da la sensación de que la contractura de la muerte que logras al principio la descontracturas con la llegada del sueño.
SALUDOS!!!!!

mauricio gonzález faila dijo...

Rituales inútiles al fin mi estimada Escarcha.
La muerte es el ritual que termina con los rituales.
Tienes razon, coquetea con la parca el texto.Un gusto verte por aqui compañera de letras.